Justicia para Blanca Amaya: condenan al feminicida Efrén; familia espera le den pena máxima 

“Aún temblando, con el corazón a mil por hora, con la felicidad que nos embarga a toda la familia, por lo que hace dos años estábamos luchando, hoy por fin vamos a poder dormir en paz, vamos a tener la certeza de que Blanca podrá descansar en paz”, dijo para Comunicación Viral, Fabiola Amaya, tras…

“Aún temblando, con el corazón a mil por hora, con la felicidad que nos embarga a toda la familia, por lo que hace dos años estábamos luchando, hoy por fin vamos a poder dormir en paz, vamos a tener la certeza de que Blanca podrá descansar en paz”, dijo para Comunicación Viral, Fabiola Amaya, tras el fallo histórico que marca un hito en la lucha contra los feminicidios en Quintana Roo. 

Esto luego de que el Tribunal de Enjuiciamiento, presidido por la jueza Gabriela Carrillo, declaró la noche de este martes culpable a Efrén N. por el feminicidio de Blanca Amaya, una joven madre de 26 años, caso al que Comunicación Viral ha dado seguimiento desde su origen, documentando el largo y doloroso proceso de la familia Amaya en su búsqueda de justicia. 

La sentencia definitiva, que podría alcanzar hasta los 50 años de prisión, la pena máxima en el estado, se dictará el próximo 12 de noviembre de acuerdo con lo informado por la familia circense. 

“Todavía tenemos muchos sentimientos, estamos muy felices y agradecidos con todas las personas que se unieron con nosotros, con nuestra abogada Liz Lugo que fue capaz de enfrentarse a un equipo de abogados, estamos agradecidos con la Fiscalía de Quintana Roo y a todos los que estuvieron con nosotros, estamos muy agradecidos”, agregó Fabiola. 

”Después de dos años de lucha, hoy por fin podemos celebrar la condena contra Efrén N, estoy muy agradecida, hoy hay paz en nuestras almas por el eterno descanso de mi hermanita, aunque no nos la van a devolver, pero ya podemos estar tranquilos porque se le hizo justicia y ya descansará en paz”, dijo en el mismo sentido, Karina Amaya, hermana de Blanca.

Colectivos feministas reaccionan a condena del feminicida de Blanca Amaya 

Diana Miramontes, representante de Malinches Ingobernables aseguró que toda la colectiva se encuentra contenta ya que es un caso que tomaron desde el inicio y fungieron como puente con la abogada Liz Lugo. 

“Si se puede lograr, si se puede llegar a la justicia, si se puede que esta mamita que ya no está le deje justicia a sus cuatro hijos y a toda una familia que nunca se rindió, que nunca paró, que siempre siguió adelante, estamos muy contentas que hoy se hizo justicia para ella, desde donde esté, va estar contenta. Fue un camino muy difícil, al menos este sujeto va a pagar y no va estar libre para hacerlo a más personas”, dijo. 

“Estas noticias nos llenan de amor y nos motivan a seguir adelante con el activismo, vale la pena”, agregó.  

Una vida truncada por la violencia

Blanca Amaya era una mujer alegre y generosa, recordada por sus amigos y familiares por su carácter optimista y su espíritu incansable. Hija de una familia circense, creció en el ambiente del espectáculo, en medio de luces y aplausos en el Circo Mayars, que recorría la Península de Yucatán. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 y la suspensión de las funciones la llevaron a buscar una nueva vida en Ticuch, un pequeño municipio de Valladolid, donde conoció a Efrén N.

Al principio, Efrén parecía ser un hombre atento y cariñoso, pero con el tiempo sus celos y control sobre Blanca comenzaron a surgir de forma alarmante. “Recuerdo que me decía que él la cuidaba, pero le controlaba lo que vestía y lo que publicaba en redes sociales”, relata Fabiola Amaya, prima de Blanca. “Ella pensaba que esos celos eran amor. La última vez que hablé con ella, me decía que él ‘era bueno, solo celoso’, que no quería que trabajara para que no conociera a alguien más. Blanca no vio el peligro en el que se encontraba.”

En julio de 2022, Blanca desapareció tras informar a su familia que acompañaría a Efrén en un viaje de trabajo. Después de varios días sin noticias de ella, la familia Amaya notificó a las autoridades de Nuevo Xcan, Quintana Roo. Lo que temían se confirmó: Blanca había sido encontrada sin vida en una carretera, víctima de violencia, y la identificación de su cuerpo devastó a su familia y a toda su comunidad.

Un proceso judicial de dos años de lucha y dolor

Durante dos años, la familia de Blanca Amaya, junto con colectivos feministas y activistas, se embarcó en una batalla legal para exigir justicia. Organizaciones como MULI Mujer Libre, Las Malinches Ingobernables y el Conversatorio Feminista Cancún se unieron a la causa, exigiendo que la justicia actuara con perspectiva de género y no permitiera que el feminicidio de Blanca quedara impune.

A lo largo del juicio, surgieron cuestionamientos sobre el origen de los fondos de Efrén para su defensa legal, que incluyó un equipo de abogados de alto perfil, a pesar de que él había declarado un salario mensual de menos de 8 mil pesos. Este aspecto generó suspicacias y críticas por parte de familiares y juristas que han señalado las inequidades en el acceso a la justicia para las víctimas de feminicidio.

“Este es un juicio de personas buenas contra un monstruo”, dijo Fabiola Amaya en entrevistas previas, describiendo el proceso que han emprendido en nombre de Blanca y sus hijos. “Este dolor no es solo nuestro, es también de los niños que Blanca dejó atrás. Ellos preguntan por su madre todos los días, y nosotros no vamos a descansar hasta que este sujeto pague por el dolor que ha causado.”

La sentencia se acerca: un clamor de justicia que no se silencia

La audiencia de este martes, en la que la jueza Gabriela Carrillo declaró a Efrén culpable, fue un momento de inmensa importancia para la familia de Blanca y para todos aquellos que han acompañado su historia. “Queremos que este crimen se juzgue con perspectiva de género y que Efrén reciba la pena máxima,” afirmó Fabiola Amaya en declaraciones previas a Comunicación Viral. “No vamos a aceptar menos.”

Blanca Amaya ha sido recordada en las marchas y protestas feministas que se han llevado a cabo en Cancún y otros municipios de Quintana Roo y Yucatán. Activistas como Diana Miramontes y Gabriela Pablos Saucedo han alzado la voz para exigir que se garantice justicia para las víctimas de feminicidio en el estado y en todo México. Pablos Saucedo, activista contra la violencia vicaria, subrayó que México enfrenta una crisis de feminicidios, con miles de niños que quedan huérfanos cada año debido a la violencia de género.

Para la familia Amaya, esta condena representa el inicio de un proceso de sanación y el cierre de un doloroso capítulo de lucha. 

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