La reciente pelea entre taxistas y conductores de Uber en la Plaza Kukulcán de Cancún ha desatado una serie de reacciones por parte de las autoridades locales. La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, ha tomado medidas firmes al ordenar que se proceda con todo el peso de la ley contra los involucrados en el violento incidente, que incluyó el uso de un machete. En su intervención, Lezama advirtió que se revocarán las concesiones y licencias de conducir de quienes participen en actos de violencia, dejando claro que este tipo de conductas, que atentan contra la integridad física de las personas y dañan la imagen turística del destino, no serán toleradas.
La gobernadora también hizo un llamado a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se profundicen las investigaciones y se evite la repetición de estos hechos violentos, que surgen de la disputa por el control del pasaje y la legalidad de la operación de plataformas como Uber en la región. «Quien recurra a la violencia no debe tener licencia de conducir», expresó Lezama con firmeza, reiterando que no habrá impunidad para quienes infrinjan la ley.
Además, destacó que estas situaciones violentas afectan a toda la industria turística de la zona, señalando que cada incidente negativo repercute en la imagen de Cancún, impactando a quienes dependen directamente del turismo, como camaristas, jardineros y personal de mantenimiento.
El Instituto de Movilidad de Quintana Roo ya había comenzado a investigar a los conductores involucrados en el altercado reciente, que fue ampliamente difundido a través de redes sociales, sumándose a una serie de incidentes similares en el destino.
Con estas acciones, el gobierno estatal busca restaurar el orden y proteger tanto la seguridad de los ciudadanos como la reputación de Cancún, una de las principales zonas turísticas del país.






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