La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró su compromiso de salvaguardar la soberanía nacional frente a las recientes órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos. Durante su conferencia matutina de este martes, Sheinbaum enfatizó que el gobierno mexicano actuará en cooperación con el estadounidense, pero sin subordinarse.

Sheinbaum instó a analizar con detenimiento las cinco órdenes ejecutivas emitidas por Trump, entre las que se incluye la propuesta de clasificar a los grupos del narcotráfico como terroristas. Respecto a esta medida, la mandataria subrayó que Estados Unidos tiene derecho a actuar dentro de su territorio y bajo los límites de su Constitución, pero enfatizó: “Somos un país libre”.

La presidenta recalcó que la cooperación con el gobierno estadounidense debe realizarse bajo el principio del respeto mutuo, como lo señaló el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio. En este contexto, aseguró: “El pueblo de México puede tener la certeza de que siempre defenderemos nuestra soberanía y apoyaremos a las y los mexicanos en Estados Unidos”.

Sobre el decreto relacionado con la frontera sur, Sheinbaum recordó que esta medida es similar a la que Trump firmó en 2019 durante su primer mandato. En ese entonces, México trabajó en coordinación con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para gestionar la situación.

En cuanto al programa conocido como “Quédate en México” (MPP, por sus siglas en inglés), Sheinbaum aclaró que no implica que México se convierta en un tercer país seguro. Subrayó que su administración mantendrá un enfoque humanista, garantizando la seguridad de los migrantes y considerando opciones de repatriación.

En relación a la decisión de denominar «Golfo de América» al Golfo de México dentro de la plataforma continental estadounidense, Sheinbaum minimizó el impacto, señalando que esta denominación no tiene reconocimiento internacional.

Por último, respecto a la orden ejecutiva sobre el tratado T-MEC, Sheinbaum explicó que únicamente establece el inicio de las conversaciones de revisión hacia 2026, un proceso ya previsto en los términos originales del acuerdo.

Con un llamado a la calma, la mandataria concluyó que es fundamental analizar los decretos más allá de los discursos, manteniendo siempre la cabeza fría y priorizando los intereses de la nación.