IPN erradica el VPH en mujeres con cáncer cervicouterino

Un estudio del IPN demuestra la eficacia de la terapia fotodinámica para eliminar el VPH en mujeres, ofreciendo una alternativa prometedora en la prevención del cáncer cervicouterino sin efectos secundarios

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) ha logrado un avance trascendental en la lucha contra el cáncer cervicouterino mediante la eliminación total del Virus del Papiloma Humano (VPH) en el cérvix de 29 mujeres de la Ciudad de México, utilizando una innovadora técnica no invasiva conocida como terapia fotodinámica. Esta técnica, que podría convertirse en un tratamiento eficaz para prevenir esta enfermedad, fue presentada por la doctora Eva Ramón Gallegos, investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN.

La terapia fotodinámica, cuyo impacto se ha demostrado en el tratamiento de diversas neoplasias como melanoma y cáncer de mama, ha demostrado ser efectiva no solo contra el VPH, sino también en la eliminación de lesiones premalignas en etapas tempranas. La doctora Ramón Gallegos destacó que este tratamiento tiene el potencial de prevenir el desarrollo de cáncer cervicouterino, que es la segunda causa de muerte entre las mujeres mexicanas.

El estudio piloto incluyó a 420 mujeres de Oaxaca y Veracruz, además de las 29 de la Ciudad de México, todas infectadas con el VPH. El tratamiento, que se administra en dos etapas, utiliza un fármaco llamado ácido delta aminolevulínico. Este fármaco se convierte en una sustancia fluorescente, la protoporfirina IX, que se acumula en las células dañadas y permite que un láser especializado elimine únicamente estas células, preservando las sanas.

Los resultados del estudio fueron notoriamente positivos: en la primera fase, el tratamiento eliminó el VPH en un 85% de las pacientes sin lesiones y en el mismo porcentaje en aquellas con lesiones premalignas. En el caso de las 29 pacientes tratadas en la Ciudad de México, se utilizó una concentración mayor del fármaco y se repitió el tratamiento, lo que resultó en una eliminación total del VPH en todas las pacientes sin lesiones, y una reducción del 64.3% en las mujeres con VPH y lesiones premalignas.

La doctora Ramón Gallegos destacó que la seguridad de esta técnica es una de sus mayores ventajas, ya que no presenta efectos secundarios significativos y se enfoca únicamente en eliminar las células dañadas sin afectar las sanas. Este enfoque, además de ser menos invasivo, podría contribuir significativamente a reducir la mortalidad por cáncer cervicouterino.

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